viernes, 26 de octubre de 2012

Un año más del nacimiento de Jose Gregorio Hernandez el médico de los pobres


José Gregorio Hernández, médico de gran sentido humanitario, nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, Trujillo. Pese a que no ha sido canonizado por la Iglesia Católica, es considerado por gran parte los venezolanos como un Santo. El papa Juan Pablo II lo declaró venerable en 1986.


Era conocido como un profesor culto (hablaba español, francés, alemán, inglés, italiano, portugués, dominaba el latín), era músico, filósofo y poseía profundos conocimientos de teología, exigente y se caracterizaba por la puntualidad en el cumplimiento de sus deberes profesorales.

Formó una escuela de investigadores, quienes desempeñaron un papel importantísimo en la medicina venezolana. Discípulos de Hernández fueron, entre otros, el doctor Jesús Rafael Risquez, quien fue su sucesor en la cátedra de Bacteriología y Parasitología, y Rafael Rangel, considerado como el fundador de la parasitología nacional.

Creencias religiosas

En cuanto a sus creencias, era profundamente católico, condición que nunca entró en conflicto con su labor científica, como apunta el doctor Juan José Puigbó: “Su faceta religiosa con todo lo encomiable que sea considerada en el plano místico, no debe opacar el inmenso aporte que realizó a la ciencia médica venezolana”.

Murió de forma trágica, al golpearse la cabeza con el borde de la acera a consecuencia de un impacto con un automóvil, en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas, Venezuela, pueblo hoy integrado en Caracas. Sus restos reposan en la iglesia parroquial de La Candelaria de esta ciudad, después de estar por mucho tiempo en el Cementerio General del Sur.


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