El Observatorio Austral Europeo (ESO) informó hoy de que ha obtenido lo que parece ser la primera observación directa de un planeta en formación incrustado aún en un grueso disco de gas y polvo.
El descubrimiento supondría un gran paso en el conocimiento sobre cómo se forman los planetas y permitirá a los astrónomos poner a prueba las teorías actuales con un objeto observable, según explicaron fuentes de la ESO en un comunicado emitido desde su sede en Garching, en el sur de Alemania.
El estudio, liderado por Sascha Quanz, obtuvo la imagen a través del telescopio VLT y analizó el disco de gas y polvo que rodea a la joven estrella HD100546, que se encuentra a unos 335 años luz de la Tierra.
En el disco, según explicaron las mismas fuentes, encontraron lo que parece ser un planeta en formación todavía metido en el disco de material que rodea a la estrella y que podría ser en el futuro un gigante gaseoso similar a Júpiter.
Según explicó Quanz, si las conclusiones del estudio son ciertas, esta sería la primera vez que los científicos podrán estudiar de forma empírica el proceso de formación planetaria y la interacción de un planeta en formación con su entorno natal en un estadio muy temprano.
Hasta ahora, puntualizó Quanz, estos estudios se habían realizado únicamente con la ayuda de simulaciones realizadas con ordenador.
El nuevo planeta no sería el primero en formarse en torno a la estrella HD100546 pues ya se ha sugerido la existencia de un planeta gigante a una distancia seis veces mayor que la que separa a la Tierra del Sol.
El nuevo planeta, sin embargo, estaría situado en las regiones exteriores de este sistema, a una distancia unas diez veces superior.
Cuando se confirme que el nuevo objeto detectado en torno a HD100546 es un planeta en proceso de formación metido en su progenitor disco de gas y polvo, se convertirá en un laboratorio único para estudiar el proceso de formación de un nuevo sistema planetario.
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